Vasos con agua para los optimistas, ¿y para los realistas?
Imagen tomada de: http://desmotivaciones.es/ |
¿No les ha sucedido que van a la casa de su amigo y le piden
un vaso de agua, y él, muy correcto,
se apresura a corregirlos: “es un vaso con
agua”? Seguramente sienten un poco de vergüenza y al mismo tiempo, unas ganas
de vengarse. Pues bien, esta publicación les permitirá resolver ambos asuntos:
no se sentirán avergonzados y a la vez podrán darle una lección al inoportuno
amigo.
¿Vaso de agua o vaso con agua?
Sondeando entre nuestros conocidos, descubriremos a un grupo
que dice que el vaso es de agua, y
otro grupo que afirma que se trata de un vaso con agua. Estos últimos dicen que es ridículo pensar en vasos de agua,
porque los vasos son de vidrio, de plástico o de barro,
pero no de agua (pienso en un vaso hecho de
hielo). Su argumento parece convincente, es cierto, pero se desmorona
irremediablemente cuando este mismo grupo va a una fiesta o al bar y pide una
botella de vino, o en casa de mamá
pide un plato de sopa, o en la
tienda, una bolsa de cacahuates, o al
señor del camión, un tanque con gas.
¿Ustedes han escuchado a alguien pedir una copa con vino o un costal con
maíz? Después de todo, no nos importa de qué material esté hecho el vaso, lo
que nos importa es el contenido del vaso. Este error (deformación
de una palabra por equivocado prurito de corrección, según el modelo de otras; deformación de una
palabra por considerarla, equivocadamente, incorrecta) se denomina «ultracorrección».
Así que la
fórmula correcta es «un vaso de
agua».
Serrano. Vaso de agua. Lápiz y creta blanca sobre papel. |
Pero… Sí, porque
hay un pero: parte del primer grupo, es decir del que pide vasos de agua,
considera que lo correcto es un vaso
de agua en el mismo sentido en que alguien puede pedir, digamos, un litro de agua, o un metro de alambre. O sea que un
vaso es una medida, la cantidad de agua que uno pide. ¿Realmente cuando
pedimos agua nos preocupamos por la cantidad aproximada? Más bien estamos
habituados a la cantidad aproximada que ocupa el espacio de un vaso, sin importar
si el vaso puede contener 250 ml o 400 ml o 520 ml.
¿Entonces a qué
se refiere «un vaso de agua»? La clave está en la preposición «de». Una
preposición es una palabra que relaciona una palabra con otra, o un enunciado
con otro. Estas relaciones se dan en varios niveles o tipos. En el diccionario
del uso del español de María Moliner, la segunda acepción de la palabra, nos
dice que se trata de una relación de contenido, y el ejemplo que nos da es «un
vaso de leche», en tanto el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española, dice que esta preposición se usa para denotar “lo contenido en algo”,
y los ejemplos proporcionados son: «un vaso de agua» y «un plato de asado». Tan
sencillo como eso.
Espero que esta exposición haya saciado la sed de todos los
lectores. ¡Dulces venganzas para todos!
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