Uso del punto y coma [;]
(Es conocimiento general que el punto y coma se usa como
algo intermedio entre la coma [,] y el punto y seguido [.], pero eso es apenas
parcialmente correcto. Esto ocurre porque la mayoría consideramos que la coma
indica una pausa, pero en la mayoría de los casos no es así.)
El punto y coma [;] funciona en la mayoría de los casos como
el punto y seguido [.], pero ambos signos no son exactamente iguales.
La diferencia
entre ambos signos es gramatical, claro, pero también, y sobre todo, es ideológica. Usamos
el punto y seguido para separar dos oraciones que no tienen relación de
coordinación (dos proposiciones independientes entre sí, que forman una oración compleja) o subordinación (dos proposiciones, una dependiente de la otra, sin la cual carece de sentido):
“Tú, entonces, te volviste hacia el espejo, para comprobar,
en la imagen de tu rostro, reflejada en aquella superficie turbia, tu
existencia. Mas no te reconociste. Eras la otra y llevabas un anticuado
uniforme de enfermera.” (Salvador Elizondo. Farabeuf.)
En el ejemplo
anterior, podríamos sustituir el punto y seguido por punto y coma, pero eso
podría prestarse a la distracción o generar confusión. Además, es recomendable
no abusar de este signo, la proporción de punto y seguido debería ser mayor a
la de punto y coma, pero no se trata de una ciencia exacta. En algunos casos, puede que sea más útil emplear más veces el punto y coma que el punto y seguido, en un mismo párrafo, pero no es lo general.
En el fragmento
de Farabeuf, notamos que el punto y
seguido sirve para separar oraciones y ordenarlas de tal modo que el sentido
del párrafo pueda ser comprendido cabalmente y con menor dificultad. Observemos
que todas las oraciones del párrafo están relacionadas ideológicamente, es
decir que giran alrededor de una única idea (una mujer se mira en el espejo y
no se reconoce porque lleva puesto un disfraz de enfermera).
El punto y coma debe reservarse para cuando en un párrafo
dos oraciones completas e independientes, presenten una mayor cercanía
ideológica que con el resto de ellas:
“Al desenredarme por fin de esa
pesadilla, me vi tirado y maniatado en un oblongo nicho de piedra, no mayor que
una sepultura común, superficialmente excavado en el agrio declive de una
montaña. Los lados eran húmedos, antes pulidos por el tiempo que por la
industria. Sentí en el pecho un doloroso latido, sentí que me abrasaba la sed.
Me asomé y grité débilmente. Al pie de la montaña se dilataba sin rumor un
arroyo impuro, entorpecido por escombros y arena; en la opuesta margen
resplandecía (bajo el último sol o bajo el primero) la evidente Ciudad de los
Inmortales. Vi muros, arcos, frontispicios y foros: el fundamento era una
meseta de piedra. Un centenar de nichos irregulares, análogos al mío, surcaban
la montaña y el valle. En la arena había pozos de poca hondura; de esos
mezquinos agujeros (y de los nichos) emergían hombres de piel gris, de barba
negligente, desnudos. Creí reconocerlos: pertenecían a la estirpe bestial de
los trogloditas, que infestan las riberas del golfo Arábigo y las grutas
etiópicas; no me maravillé de que no hablaran y de que devoraran serpientes.”
(Jorge Luis Borges. “El inmortal”.)
En este ejemplo
hay dos cosas interesantes que debemos mirar con cuidado: La cercanía ideológica del segundo punto y coma se
da porque ambas oraciones tratan del mismo asunto (de los pozos en la arena), y
las oraciones separadas por el primer y tercer punto y coma, tienen el mismo
sujeto (el arroyo en las primeras dos oraciones, los trogloditas en las otras
dos). Aunque el párrafo completo trata de una idea general, y cada oración la va desarrollando más, las oraciones separadas por punto y coma tienen una cercanía más notoria entre sí, de lo que la tienen las otras oraciones.
El punto y coma,
entonces, sustituye al punto y aparte cuando la cercanía ideológica de dos
oraciones independientes, se da porque comparten un mismo sujeto, o porque
hablan del mismo asunto.
A estas oraciones
compuestas se les puede llamar “compuestas por yuxtaposición”, aunque no todos
los gramáticos las consideran verdaderas oraciones compuestas, y sea cual sea
el caso, cada una de las oraciones debe ser analizada de forma independiente a la otra.